Trastorno de Estrés Postraumático Complejo en pacientes expuestos a negligencia emocional y eventos traumáticos: un análisis de clases latentes

Trastorno de Estrés Postraumático Complejo en pacientes expuestos a negligencia emocional y eventos traumáticos: un análisis de clases latentes

Entender los efectos deletéreos de los acontecimientos traumáticos sobre la cognición, las emociones y el comportamiento humano es un tema enrevesado. Más aún, porque cuando se hace referencia a síntomas y síndromes psiquiátricos, nunca se trata de una explicación siguiendo un principio “del todo o nada”, ya que, en la mayoría de los casos, los síntomas siguen un continuum con las experiencias humanas normales.

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El trauma es el equivalente psicológico de los insultos físicos sobre compartimientos anatómicos corporales, como las quemaduras, las fracturas, las abrasiones o los aplastamientos. De manera análoga a la variación de las manifestaciones clínicas, curso y pronóstico que tienen entre sí estos traumatismos corporales, es previsible que exista una heterogeneidad en la psicopatología resultante de un evento traumático, debido a la insondable complejidad del encéfalo humano, de la naturaleza distinta de los eventos traumáticos y de la multitud de variables que intervienen tanto en el pretrauma, el peritrauma y el postrauma. Esta heterogeneidad en las manifestaciones ha llevado al refinamiento de los criterios diagnósticos del Trastorno de Estrés Postraumático, criterios que cuentan con suficiente validez y fiabilidad diagnóstica en los sistemas de clasificación utilizados actualmente (DSM-5 y CIE-10). Sin embargo, varios autores han señalado desde décadas pasadas la necesidad de crear una nueva categoría sindrómica llamada Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPTC), lo cual tuvo lugar en la décimo primera edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Esto refleja la creciente evidencia de que un subgrupo de personas con TEPT también sufren alteraciones en la regulación de las emociones, las habilidades interpersonales y el autoconcepto, que en conjunto se denominan “Alteraciones en la autoorganización” (AAO).

Este es el primer estudio que investigó cómo los patrones de síntomas se ajustan a las clasificaciones del CIE-11 de TEPT y TEPTC en una muestra poblacional caracterizada por un historial de negligencia emocional. Representó una oportunidad única para examinar la asociación entre la negligencia emocional y el TEPTC en una muestra relativamente homogénea y grande. Este estudio investigó la presencia de TEPTC, definido por los criterios de TEPT más al menos uno de los tres síntomas definitorios de alteraciones en la autoorganización.

Las alteraciones en la autoorganización consisten en:

  • Patrones desadaptativos en la regulación del afecto (p. ej., despersonalización, desrealización y entumecimiento emocional),
  • Autoconcepto negativo (p. ej., pensamientos negativos persistentes sobre uno mismo, sentimientos de culpa y vergüenza),
  • Alteraciones en las relaciones interpersonales. (p. ej., incluidas las dificultades para sentirse cerca de los demás y mantener el compromiso emocional).

Si bien es cierto que muchos individuos expuestos a traumas repetidos no desarrollan TEPT (ni TEPTC), algunos sobrevivientes de eventos traumáticos únicos pueden informar a una edad posterior únicamente alteraciones en la autoorganización. Además, varios estudios han sugerido que las experiencias de negligencia emocional temprana en particular contribuyen al desarrollo de las alteraciones en la autoorganización al limitar las oportunidades para que los niños aprendan la regulación de las emociones y las habilidades interpersonales y desarrollen autopercepciones saludables. Esto no solamente tiene una importancia teórica o epidemiológica, sino práctica, ya que para el tratamiento de los síntomas de TEPT, la psicoterapia centrada en el trauma, como la de exposición prolongada, es la modalidad de elección actualmente. Sin embargo, los síntomas de alteraciones en la autoorganización a menudo se conceptualizan como déficits en la regulación de las emociones y las habilidades interpersonales que pueden no aliviarse solo con el tratamiento centrado en el trauma y, por lo tanto, pueden necesitar capacitación adicional en habilidades.

En este estudio, se investigó la presencia de los síntomas de TEPTC en una muestra de 218 pacientes que habían estado expuestos a negligencia emocional en la infancia, algunos de los cuales también habían estado expuestos a uno o más eventos potencialmente traumáticos.

Se teoriza que la negligencia emocional juega un papel en el desarrollo de las alteraciones en la autorregulación y, por lo tanto, en una muestra emocionalmente desatendida, se esperaría que los pacientes que no habían estado expuestos a eventos traumáticos presentarían los síntomas de alteraciones en la autoorganización, pero no de TEPT, y que los pacientes expuestos además a múltiples eventos traumáticos presentarían ambos síndromes, es decir TEPTC. Así también, era esperable no encontrar muchos casos de “TEPT puro”.

En resumen, el estudio permite realizar dos conclusiones:

  • El desarrollo de TEPT “puro” se vuelve menos verosímil cuando el suceso traumático es precedido por el antecedente de negligencia emocional.
  • En el contexto del punto anterior, el diagnóstico de TEPTC es más frecuente.
  • La negligencia emocional en sí misma es insuficiente para generar problemas en la autoestima, la regulación de las emociones y las relaciones interpersonales, pero es más probable que la exposición al trauma interfiera con el desarrollo de estas facultades en sujetos que han padecido de negligencia emocional.

PoblaciónCriterios cumplidosDiagnóstico
23.9%TEPT + al menos 1 criterio de AAOTEPTC
7.3%TEPT solamenteTEPT
19.7%3 criterios de AAOAAO
49.1%NingunoNinguno
  • José Luis Vega Portales
Bibliografía
  • Eidhof MB, Djelantik MJ, Klaassens ER, Kantor V, Rittmansberger D, Sleijpen M et al. Complex Posttraumatic Stress Disorder in Patients Exposed to Emotional Neglect and Traumatic Events: Latent Class Analysis. Journal of Traumatic Stress, 2019;32(1):23-31. doi: 10.1002/jts.22363