Prevalencia y predictores de Síntomas de Estrés Postraumático durante el brote de COVID-19 en la zona más afectada de China: diferencias de género.

Prevalencia y predictores de Síntomas de Estrés Postraumático durante el brote de COVID-19 en la zona más afectada de China: diferencias de género.

Introducción. El 30 de diciembre del 2019, se reportó un caso de neumonía de origen desconocido en Wuhan, China, en enero de 2020 fue identificado como un coronavirus nuevo y en febrero de 2020 fue llamado oficialmente enfermedad por Coronavirus 2019 (COVID 19 por sus siglas en inglés). Para marzo del 2020 se habían reportado 3007 muertes en Hubei, provincia de China. Los niveles altos de contagio produjeron miedo, ansiedad, problemas psicológicos y estigmatización de los pacientes COVID-19 positivos; cambiando las relaciones de los trabajadores de la salud y de todos los residentes en las áreas del foco epidémico.

Estudios de otras epidemias de SARS han reportado síntomas de estrés postraumático (SEPT) hasta en el 40% de los sobrevivientes y 3 veces más riesgo de presentar SEPT entre las personas que tenían amigos o parientes afectados o que estuvieron en contacto con enfermos.

Objetivo. Proveer información acerca de la prevalencia de SEPT entre los residentes de Wuhan y ciudades aledañas y explorar los factores relacionados con la presencia de SEPT.

Métodos. Participantes. El análisis del impacto psicológico de COVID-19 fue conducido en Wuhan y ciudades aledañas en Hubei. Treinta y nueve preguntas fueron enviadas a 300 residentes que aceptaron participar en el estudio por vía internet. Los criterios de inclusión fueron: edad mayor a 18 años, sin dislexia y sin discapacidad cognitiva. Se excluyeron los cuestionarios de personas que se tardaran más de 30 minutos y menos de dos minutos en contestar. En el reclutamiento se recabó información demográfica (sexo, edad, ocupación, educación), contacto con pacientes infectados con COVID, áreas de riesgo, calidad y alteraciones de sueño, estado de aislamiento y ejercicio.

Medición de SEPT. Se evaluó PCL-5 con una lista de comprobación autoaplicable basada en los síntomas del trastorno de estrés postraumático del DSM-5. Cada ítem revela la severidad del síntoma durante el último mes en una escala de Likert de cinco puntos. La severidad de los SEPT fue definida con la suma de todos los puntajes en los conglomerados de síntomas de acuerdo con:

  • la presencia (avalada por dos síntomas o más) de un síntoma de reexperimentación, uno de evitación, de dos alteraciones en la cognición o en los síntomas anímicos y dos síntomas de activación.
  • un punto de corte total mayor a 33 puntos. El PCL 5 ya había sido validado para población china en Wuhan.

Medición del sueño. Se evaluó con cuatro ítems del índice de calidad del sueño Pittsburgh (PSQI), una clinimetría autoaplicable de nueve preguntas que mide la calidad de sueño en el último mes. Se utilizaron los ítems relacionados con: a) calidad de sueño, b) mantenimiento del sueño c) tiempo de sueño y d) dificultad para conciliar el sueño.

Análisis de datos. Se usaron ANOVAS para analizar las calificaciones de PCL-5 con los grupos demográficos y los grupos de exposición para después hacer un análisis de regresión jerárquica e identificar las variables independientes asociadas con SEPT. La diferencia de género en relación con la presencia de SEPT y problemas de sueño fue explorada posteriormente con medidas no paramétricas y pruebas t.

Resultados. Se reclutaron 285 participantes de los cuales 43.5% vivían en Wuhan al momento de la entrevista. Veinte de los 285 participantes (7%) cumplieron con criterios para SEPT. Las mujeres tuvieron puntuaciones más altas de PCL-5 de manera significativa (p < 0.01). La población que vivía en Wuhan tuvo puntuaciones más altas en el PCL-5 que la población aledaña (p < 0.05). La población más susceptible a las complicaciones de la infección tuvo puntuaciones más altas en el PCL-5 (p < 0.01). Los sujetos que tuvieron menor calidad de sueño, mayor dificultad en iniciar el sueño, mayor cantidad de despertares y menor duración total de sueño, también tuvieron una mayor puntuación en el PCL-5 (p < 0.001).

Factores relacionados con la presencia de SEPT. Las variables estadísticamente significativas fueron usadas como variables de control. En el análisis, el género y el nivel educativo tuvieron efecto significativo en el PCL-5 en el primer paso del modelo. En el segundo modelo, el género (β = 0.192, p < 0.001) y la susceptibilidad de la población (β = 0.153, p < 0.01) se asociaron positivamente con la calificación del PCL-5. En el paso 3, la calidad de sueño (β = 0.312, p < 0.001) y la dificultad para conciliar el sueño (β = 0.172, p < 0.01) fueron significativamente asociadas con PCL-5 y el género (β = 0.102, p < 0.05).

Diferencia de género en los SEPT. Las mujeres tuvieron de manera significativa mayor reexpererimentación, alteraciones negativas en la cognición o en el humor e hiperactivación que los hombres en la U de Mann-Whitney y en la W de Wilcoxon.

Sueño. La comparación entre dos ítems del PSQI fue significativa, indicando que, entre mejor calidad de sueño, menor calificación en PCL-5. De la misma manera, la menor frecuencia de despertares se asoció con menor calificación en el PCL-5.

Discusión. Este estudio mostró que, un mes después del inicio de la epidemia, la prevalencia de SEPT en Wuhan era de 7%. Muchos de estos casos son de estrés agudo y pueden disminuir con el tiempo; solo una minoría desarrollará un trastorno crónico. Este es el primer estudio en analizar el género como variable en el desarrollo de síntomas psicopatológicos tras una pandemia, mostrando que las mujeres sufren con mayor prevalencia síntomas de reexperimentación, lo que puede apoyar la evidencia que habla de la influencia de las hormonas sexuales en la vulnerabilidad psicológica. También se encontró que las mujeres tienen mayor alteración en los síntomas cognitivos y de hiperactivación, lo que es consistente con la evidencia que propone que la hiperactivación de las vías del procesamiento del miedo es más frecuente en mujeres. El estudio también reveló alteraciones del sueño en pacientes con SEPT, indicando que se puede asociar una baja calidad de sueño con el inicio o el mantenimiento de SEPT. Este hallazgo provee un punto de intervención efectivo para los SEPT.

Limitaciones. Este es solamente un estudio transversal. Se requieren estudios para investigar los cursos crónicos y los pronósticos conforme avance el curso de la pandemia.

Conclusión. Con una prevalencia de SEPT de 7%, se mostró que los síntomas son más frecuentes en mujeres y en personas con mala calidad de sueño. Tomando en cuenta esto, se deben tomar medidas para prevenir SEPT, especialmente en mujeres.

  • Daniela Uribe
REFERENCIAS
  • Liu N, Zhang F, Wei C, Jia Y, Shang Z, Sun L, et al. Prevalence and predictors of PTSS during COVID-19 Outbreak in China Hardest-hit Areas: Gender differences matter. Psychiatry Research. 2020; 287:112921. doi: 10.1016/j.psychres.2020.112921