Dentro de los trastornos psicóticos nos podemos encontrar con síntomas sumamente inusuales, pero a su vez fascinantes. Entre estos destacan síndromes neuropsiquiátricos como el de Cotard y los síndromes de falsa identificación (SFI) como los clásicos Capgras y Fregoli. Estos síndromes se presentan de manera muy diversa en su fenomenología, en sus grados de complejidad y en su etiología ya que podemos encontrarlos tanto en psicosis primarias como en enfermedad no psiquiátrica. Debido a su complejidad estos síndromes representan un reto diagnóstico y terapéutico considerable.
En su presentación clásica estos síndromes son infrecuentes si los comparamos con síntomas psicóticos típicos como alucinaciones de comando y delirios de persecución, pero como veremos en algunos de los artículos incluidos la asociación con causas no psiquiátricas es frecuente por lo que el clínico debe ser capaz de reconocerlos para realizar el proceso diagnóstico adecuado. Es de igual importancia evitar reducir estos síndromes a un “caso raro”, siendo necesario explorar causas que tienen otras implicaciones para la salud, como, por ejemplo, alteraciones estructurales, eventos vasculares y encefalitis, para formular el tratamiento adecuado con base en la etiología subyacente. El conocer la fenomenología de estos síndromes nos permite también entender mejor la vivencia del paciente y de quienes lo rodean con el objeto de reducir el sufrimiento y evitar conductas de riesgo.
Mauricio Rosel Vales
Los síndromes de falsa identificación se caracterizan principalmente por alteraciones en la capacidad de identificación de otras personas, de objetos o de uno mismo. Los síndromes de Capgras y de Fregoli son probablemente las presentaciones más conocidas, aunque este grupo incluye otros síndromes neuropsiquiátricos. Es importante que los clínicos estén familiarizados con estos fenómenos de manera que puedan hacer un adecuado proceso diagnóstico. En su etiología, los síndromes de falsa identificación pueden presentan tanto psicosis primarias como esquizofrenia u otras manifestaciones no psiquiátricas que ameritan estudios de laboratorio y gabinete y que pueden requerir de tratamiento no psiquiátrico.
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En una revisión de la literatura para identificar alteraciones en conectividad neuronal asociadas con los delirios de mala identificación, destaca, entre los hallazgos, el involucramiento de la corteza retroesplenial la cual está asociada con las memorias espacial y episódica, la navegación, la imaginación de eventos futuros y el procesamiento de escenas. Se encontraron otras lesiones en la corteza ventral frontal derecha y la ínsula anterior. Los autores proponen que las lesiones en áreas asociadas con la percepción de familiaridad son específicas a los síndromes de mala identificación.
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Los síntomas psicóticos son variados en su contenido y estructura. Presentamos aquí un reporte de caso con dos síndromes de falsa identificación (Capgras y Fregoli) y una infrecuente falsa identificación con objetos que incluye una evaluación neuropsicológica y resultados de estudios de imagen cerebral. Si bien los síndromes de Capgras y Fregoli tienen teorías neurobiológicas diferentes, se presenta una nueva propuesta basada en los hallazgos de este caso.
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El síndrome de Cotard es una condición neuropsiquiátrica caracterizada por delirios nihilistas que suele relacionarse con alguna otra comorbilidad neurológica. Al tratarse de un síndrome de baja prevalencia, la información al respecto es escasa. Se estima que es de mayor prevalencia en varones en la sexta década de vida; se piensa que los síntomas clínicos se deben a una lesión en los circuitos neuronales que genere alteraciones en la familiaridad propia y del mundo. El tratamiento farmacológico y la terapia electroconvulsiva suelen ser efectivos.
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El paciente con síndrome de Capgras afirma que personas muy familiares para él han sido reemplazadas por impostores. Este trastorno se debería a la destrucción de una representación que el paciente tiene de la mente de la persona familiar. A menudo se informa que el sitio posterior del daño en Capgras es la unión temporoparietal, área que tiene un papel en el sistema de lectura mental, un sistema conectado a áreas corticales que nos permiten atribuir estados mentales a otros.
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