El manejo del paciente violento y agresivo, cuando se emplean intervenciones conductuales adecuadas al estadio de agresión, es crítico para reducir las probabilidades de que un niño cometa una agresión contra alguien del personal o contra él mismo. Las indicaciones y riesgos del uso de restricciones químicas o físicas en un hospital deben ser bien comprendidas por lo que en este artículo se revisan las técnicas de evaluación y manejo para trabajar con niños agresivos o violentos.

Los criterios diagnósticos explícitos se basan en un sistema de clasificación normalmente determinado en el área psiquiátrica por el DSM y por la CIE. Contar con estos diagnósticos ha servido para: establecer un patrón de referencia confiable, un mejor acuerdo diagnóstico, mejorar la comunicación; para los informes de morbilidad, de servicios, tratamiento y seguimiento. En el área de la investigación los instrumentos que arrojan diagnósticos más precisos se han hecho rutinarios.

Antecedentes: El trastorno oposicionista desafiante (TOD) y/o trastorno de conducta (TC) están presentes en aproximadamente en 40 a 70% de los niños con TDAH. Entre los niños con TOD y/o TC de 40 a 60% se estima que tienen TDAH. Los niños con TDAH + TOD/TC sufren de más adversidad psicosocial. Difieren de los niños con TDAH solo o con TC únicamente por presentar sintomatología clínica más severa, incremento en los problemas asociados, y un peor pronóstico.

Existe un creciente número de casos de trastorno depresivo en adolescentes, asociado a una transición epidemiológica de la enfermedad mejor conocida como efecto de cohorte o incremento secular. La depresión es mayor en las mujeres adolescentes y es una enfermedad crónica, recurrente, con alta morbilidad y alto costo social que se acompaña de abandono escolar, embarazo temprano, suicidio y abuso de sustancias.