Las intervenciones sobre el estilo de vida que incluyen dieta, ejercicio, higiene del sueño y/o cese del consumo de alcohol y tabaco se recomiendan en pacientes con síndrome de apnea-hipopneas del sueño (SAHS). Esta revisión sistemática y metaanálisis tiene la finalidad de establecer la efectividad de las intervenciones en diferentes parámetros del sueño. Al implementar intervenciones que modifican el estilo de vida, se puso en evidencia la mejoría en parámetros primarios y secundarios del sueño; la efectividad de dichas intervenciones tuvo diferencias de acuerdo con sus componentes, severidad del síndrome y género del paciente. Las intervenciones basadas en dieta y ejercicio fueron las más efectivas en pacientes masculinos con SAHS de moderado a severo.

Las alteraciones cognoscitivas han sido comúnmente reportadas en pacientes con Trastorno Depresivo Mayor (TDM), sin embargo, no se ha encontrado una clara asociación con la gravedad de los síntomas depresivos. En este sentido, se han propuesto otros factores que influyen en esta alteración poniendo énfasis en el sueño. En un estudio de reciente publicación se evaluó el papel de la calidad de sueño y el cronotipo en las funciones cognoscitivas en 34 pacientes hospitalizados con TDM y 29 controles. Se encontró que un cronotipo vespertino y una mala calidad del sueño afectan de manera independiente las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento en pacientes con TDM. Además, ninguna alteración cognoscitiva se asoció con la severidad de la depresión.

El insomnio y los trastornos mentales presentan una comorbilidad elevada. Se conoce que la edad de inicio de muchos padecimientos psiquiátricos, incluyendo trastornos del sueño se situa durante la adolescencia. Pero no existe mucha información en cuanto a la presencia de síntomas psiquiátricos en adolescentes que buscan ayuda con respecto a problemas de sueño. Debido a esta falta de información se decidió realizar una correlación entre los síntomas de insomnio y de salud mental. Se encontró una correlación entre TDAH, trastornos afectivos y ansiedad con diferentes conductas y características del sueño que podrían explicar esta relación tan estrecha entre dichas comorbilidades.

El insomnio es un padecimiento con alta prevalencia y vastas consecuencias a nivel de salud mental y física; también representa una carga muy grande en el sistema de salud. La Terapia Cognitivo Conductual para Insomnio (TCCI) es la primera línea de tratamiento para el insomnio, sin embargo, existe poco personal capacitado en este tratamiento e incluso los médicos de primer contacto desconocen que el insomnio puede tratarse sin la necesidad de medicamentos. La TCCI provista por Internet es un método de bajo costo y amplia distribución por el cual se puede tratar a grandes poblaciones. Aunque se continúa estudiando el efecto de esta forma de distribución, se sabe que tiene un tamaño del efecto similar a la TCCI presencial.