Explicar muchas enfermedades mentales como producto del efecto combinado entre la genética y el ambiente resulta insuficiente. Por otra parte, la participación de otros factores extra-genéticos como las complicaciones pre y post-natales, los elementos socioeconómicos y el ambiente urbano, si bien han sido estudiados a profundidad, aún no hay evidencia sustentable de que participen directamente en la etiopatología de estos trastornos. Recientemente se ha propuesto que la epigenética, es decir los mecanismos dinámicos que regulan las distintas funciones genómicas, tienen un papel importante en el desarrollo de muchas entidades psicopatológicas, primordialmente en las psicosis. La revisión de dos artículos sobre el tema da una idea clara de hacia dónde se dirige la investigación en este campo.

El insomnio es un problema de salud presente en alrededor del 10% de la población adulta. Se considera que tanto las dificultades para mantener la continuidad del sueño como los despertares frecuentes son los problemas más comunes. Si bien en un principio las personas con insomnio buscan opciones no farmacológicas para resolverlo, finalmente acuden a la prescripción de medicamentos. Las opciones actuales para el tratamiento del insomnio incluyen a las benzodiacepinas y a los agonistas del receptor de la melatonina. Sin embargo, en la actualidad se encuentran en desarrollo nuevos compuestos con efecto hipnótico. Su objetivo es buscar medicamentos más eficaces, con mayor seguridad de uso y con menos efectos secundarios.

El estudio del papel del glutamato en las funciones cerebrales normales y en la patología ha cobrado un gran interés en los últimos años. Esto ha llevado a muchos grupos de investigadores a intentar determinar en qué niveles se pudiesen hacer intervenciones sobre este sistema para atender necesidades no solucionadas de tratamiento para algunas condiciones psicopatológicas. Un grupo de investigadores en este campo llevó a cabo una reunión de trabajo para definir hacia dónde se pueden dirigir las líneas de investigación para dar resultados que puedan ser aplicables al tratamiento de muchas enfermedades mentales. Los resultados de esta reunión fueron publicados en una revista dedicada a trabajos de investigación de traslación.

La aparición de los antipsicóticos de segunda generación marcó una nueva etapa en el tratamiento de las enfermedades psicóticas. Si bien en un principio se consideró que su eficacia era igual a la de los antipsicóticos previos, pero con la diferencia de que generaban menos efectos colaterales, esto no ha sido comprobado después de que se ha incrementado su tiempo de uso. Una reciente revisión sistemática sobre qué tanto generan estos medicamentos efectos extrapiramidales es de interés ya que define con mayor claridad el estado de la cuestión.