Cuando un paciente deprimido no responde adecuadamente a la dosis habitual de un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptura de serotonina la opción más frecuentemente utilizada por el clínico es la de aumentar la dosis. Sin embargo, no hay evidencia neuroquímica de que esta alternativa sea la mejor y muchos investigadores en este campo piensan que no hay fundamento que la sustente.

19-20

La depresión se asocia a una mayor reacción negativa al estrés (sensibilidad al estrés) y a una capacidad reducida para experimentar sensaciones placenteras o afectos positivos (experiencias de recompensa). No hay suficientes estudios a la fecha que valoren prospectivamente los cambios generados por los tratamientos antidepresivos sobre estos procesos psicológicos en pacientes deprimidos.

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La investigación moderna sobre el sueño se inició en el año 1953 al identificarse la fase de movimientos oculares rápidos (MOR) y al comprobarse que el sueño es un proceso activo. No obstante, a pesar de que ya ha pasado más de medio siglo de investigación, aún no se tiene una clara respuesta de por qué dormimos.

20-21

La experiencia clínica cotidiana identifica en pacientes bipolares y con depresión mayor una marcada asociación entre el riesgo de padecer migraña y el contar con una historia familiar de trastornos afectivos. Esta evidencia fue evaluada por medio de un estudio clínico que incluyó a un total de 153 pacientes diagnosticados con depresión mayor y 87 con trastorno bipolar

21-22

Este artículo presenta un análisis de todos los ensayos clínicos controlados que se efectuaron con el apoyo de la compañía farmacéutica que produce estos medicamentos. El objetivo fue determinar comparativamente, la eficacia para mejorar la depresión entre la combinación fluoxetina/olanzapina y la administración de cualquiera de estos dos fármacos en forma individual.

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La depresión es una causa importante de discapacidad a nivel mundial. Por lo tanto es imperativa la necesidad de contar con nuevas y mejores opciones de tratamiento, bien sean farmacológicas o psicológicas. En la actualidad entre las opciones terapéuticas se cuenta con un amplio número de antidepresivos que en mayor o menor grado han demostrado ser eficaces para la resolución de las manifestaciones depresivas.

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La selección del tratamiento para la esquizofrenia no es sencilla. Los antipsicóticos de segunda generación introducidos en la década de los noventa, producen menos efectos extrapiramidales y son eficaces: sin embargo su costo limita en ocasiones su prescripción y su mantenimiento en tratamientos a largo plazo.

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