Identificación del riesgo suicida y su asociación con la depresión en la población anciana
Introducción
Con el aumento de la esperanza de vida y la mejora de los servicios de atención de salud, el número de personas mayores está en aumento en todo el mundo.
El envejecimiento tiene a ir acompañado de muchos factores estresantes como la pérdida de la pareja o amistades, pérdida de la salud y de la independencia, así como la aproximación a la muerte, lo que pueden incrementar el riesgo de padecer trastornos psiquiátricos.
El suicidio en la población adulta mayor es un problema creciente el cual podría estar infraestimado debido a la falta de notificación del mismo, ya que las conductas suicidas en esta población pueden pasar desapercibidas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que la tasa de suicidio para hombres y mujeres de 75 años o más es de 50 por 100,000 y 16 por 100, 000 respectivamente.
Esto suele verse agravado por el hecho de que la depresión se presenta de forma diferente en las personas mayores, que a menudo se confunden con otras afecciones médicas concomitantes, lo que dificulta la identificación de las intenciones suicidas.
Entre los factores de riesgo de suicidio para los adultos mayores se encuentran: depresión, intentos de suicidio previos, desesperanza, condiciones médicas comórbidas, dolor, aislamiento social, estresores familiares e impulsividad en el contexto de deterioro cognitivo.
A pesar de que se estima que el número de suicidios en personas mayores aumente durante los próximos años, los estudios relacionados con la intención y la conducta suicida en personas mayores siguen muy limitados.
Métodos
Se trata de un estudio exploratorio de corte transversal para identificar la presencia de conductas de riesgo suicida en una población de adultos mayores de áreas urbanas de Calcuta. Se aplicó a los participantes el Cuestionario de Salud General – 12 (GHQ-12) el cual ayuda a identificar trastornos psiquiátricos menores en la población general y cuenta con una confiabilidad de .90.
Se aplicó además la Escala corta de depresión geriátrica (GDS-S), la cual es una escala autoaplicable para la identificación de la depresión en adultos mayores con una sensibilidad del 92% y una especificidad del 89%. También se aplicó el Cuestionario de Conductas suicidas revisado (SBQ-R) el cual fue desarrollado para ser usado como medida de conducta suicida en poblaciones clínicas y no clínicas.
Resultados
La muestra estuvo conformada por hombres en el 49.1% y mujeres en el 50.9%, siendo la media de edad de 68 años. El 42.72% de la muestra obtuvo una puntuación por encima del límite en SBQ-R y el 39.09% obtuvo una puntuación por encima del límite en GDS. También se encontró que el 33% de ellos tuvieron ideación suicida a lo largo de su vida y el 10.9% de ellos tenían probabilidad de presentar conductas suicidas en el fututo.
Discusión
Se reportó que, entre los individuos con ideación suicida y comportamiento de riesgo, el 38% tienden a tener rasgos depresivos. Sin embargo, se encontró también que no todos los ancianos con depresión tienden a tener ideación suicida, ni los ancianos con conductas suicidas necesariamente tienen depresión.
Por otro lado, los datos internacionales publicados por la OMS muestran un aumento constante en la prevalencia del suicidio consumado con la edad. Entre los que lo intentan, se ha visto que los pacientes geriátricos ocupan un lugar más alto en las medidas de intención suicida y tienen mucho mayor riesgo de suicidio consumado.
En el presente estudio, la mayoría de las personas que obtuvieron puntuaciones por encima del límite en GDS y SBQ-R tendían a tener diabetes y dolor crónico lo que concuerda con la correlación descrita en la bibliografía entre la presencia de enfermedades médicas comórbidas y el riesgo de suicidio. Aunque se sabe que varios factores sociales asociados con el suicidio en personas mayores no son modificables, se da descrito que la disminución del apoyo social y el aislamiento se asocian con incremento de las conductas suicidas.
A pesar de que en el presente estudio la presencia de ideación suicida y amenazas de intento de suicidio se encontraron en menos de la mitad de la muestra, es lo suficientemente alarmante como para justificar una identificación temprana y oportuna para una intervención adecuada. Para las personas mayores con conductas suicidas, los procedimientos de detección deberían ser más oportunos, centrándose en las personas de los grupos de alto riesgo, teniendo en cuenta el conocimiento de los factores psicológicos, físicos y sociales.
Conclusión
El suicidio en personas mayores tiende a ser un fenómeno complejo y multifactorial que ha recibido poca atención durante los últimos años a pesar del incremento en las tasas, por lo que necesita ser abordado de manera urgente para desarrollar estrategias preventivas adaptadas a esta población. Es necesario además realizar estudios a futuro enfocados en otras variables asociadas con este fenómeno como el afrontamiento, la soledad y la desesperanza entre otros.
Bibliografía
- Halder, S., & Manot, S. (2020). Identifying suicidal risk and its association with depression in the elderly population. Journal Of Geriatric Mental Health, 7(1), 29-32. https://doi.org/10.4103/jgmh.jgmh_12_20