Víctimas de violencia durante la pandemia de COVID-19. Una revisión de la literatura

Introducción

La Violencia Doméstica representa una crisis global, algunas estadísticas hablan de que 1 de cada 3 individuos va a experimentar algún tipo de violencia doméstica a lo largo de su vida. La violencia doméstica se entiende como el comportamiento enfocado en la opresión de otro individuo, causando trauma significativo a través del daño físico, sexual o emocional. La Violencia Doméstica es prevalente en todas las edades, etnicidades y clases económicas. Desde la pandemia de COVID-19, los casos de violencia doméstica han crecido exponencialmente, especialmente los casos contra mujeres. Existe un incremento de 75% de búsquedas online en Google sobre búsqueda de apoyo para víctimas de violencia.

Método

Revisando la literatura, se obtuvo información de las intervenciones que se han utilizado durante la pandemia de COVID-19. Se identificaron soluciones prácticas concentrándose en: 1) decremento de exposición de las víctimas a sus agresores y 2) incremento de acceso a los servicios de salud mental por parte de las víctimas.

Resultados

Se incluyeron 41 artículos. Los resultados mostraron los factores modificables y directos que conforman la violencia doméstica y que inducen a problemas de salud mental, exacerbando la violencia; estos fueron: incremento de la exposición al abusador, decremento de la seguridad financiera, menores servicios de salud mental.

Se identificaron 3 acercamientos que tienen el potencial de mitigar los retos de salud mental en las víctimas de violencia doméstica: 1) reducción del tiempo de exposición al abusador, 2) erradicar las inseguridades financieras y 3) incremento de los servicios de salud mental. En este contexto, los acercamientos multidisciplinarios se definieron como las estrategias para abordar la violencia doméstica que requieren de talentos y recursos de distintos fondos, incluyendo trabajadores de la salud, funcionarios del gobierno, especialistas en derecho, trabajadores sociales y voluntarios.

Reducir el tiempo de exposición al agresor. Internacionalmente hay códigos que las mujeres pueden usar para iniciar la búsqueda de ayuda. Con estos códigos se contacta a la policía. Existen negocios donde los empleados reciben entrenamiento para abordar la violencia, dejando a las víctimas en confinamiento hasta que acudan las autoridades. Impartir información acerca de cómo utilizar los dispositivos inteligentes es vital.

Leyes y regulaciones. Una forma de abordar la prevalencia de la violencia doméstica es un sistema de registro de violencia doméstica. Este concepto es similar al de los agresores sexuales. Este registro tiene el potencial de permitir a los individuos checar los antecedentes de sus parejas antes de comprometerse en relaciones más serias. Se utiliza en China y aunque aún no revela resultados, se puede estimar un decremento de casos.

Intervenciones tecnológicas. Estas intervenciones podrían actuar como medios para apoyar las estrategias de promoción de la salud produciendo soluciones accesibles a la audiencia. La evidencia acumulativa indica que estas estrategias tecnológicas generan beneficios reduciendo síntomas de depresión, ansiedad y la exposición a la violencia de pareja. Al parecer las mujeres están más dispuestas a compartir sus experiencias de esta forma. Ventajas de estos medios tecnológicos: 1) Costo-efectivo para las audiencias, 2) entrega soluciones en el campo de salud, trascendiendo a las barreras físicas incluyendo el tiempo y el dinero del traslado, 3) puede ser realizada para proteger la privacidad de las audiencias, manteniendo el anonimato. De manera similar a médicos sin fronteras, organizaciones de salud podrían considerar establecer un sistema que conecte todos los servicios de salud mental disponibles con las víctimas a lo largo del mundo.

Limitaciones. No es una revisión sistemática, lo que se traduce como una replicabilidad limitada. Sin embargo, es importante notar que debido a la falta de intervenciones dedicadas específicamente a la violencia en tiempos de la pandemia de COVID-19, una revisión sistemática no era práctica al hacer el estudio.

Conclusiones

La Violencia Doméstica representa una crisis de salud pública. Esta afecta a hombres y mujeres y podría interrumpir la generación de objetivos, aspiraciones y ambiciones, de la gente. El COVID-19, amplificó e introdujo distintos retos a la salud mental de las víctimas de violencia doméstica. De todas formas, existe una falta de intervenciones de salud mental encaminadas a las víctimas de violencia doméstica en el contexto de la pandemia. En este estudio, se identificaron intervenciones prácticas y multidisciplinarias que pueden ser adoptadas de manera efectiva y aplicadas para manejar los problemas de salud mental que las víctimas de violencia doméstica enfrentan. La investigación futura puede explorar soluciones prácticas para disminuir la presión de las víctimas de violencia doméstica. Dentro de todo, las víctimas requieren mayores recursos y ayuda para dejar de sufrir en silencio, en dolor o con miedo en la actual y futuras pandemias.